Abstract
El artículo presenta algunos resultados del estudio de la participación de Karol Wojtyła, obispo auxiliar y, sucesivamente, arzobispo de Cracovia, en el Concilio Vaticano II, así como de la recepción del mismo durante su ministerio pastoral en la archidiócesis polaca y al servicio de la Iglesia universal antes de su elección como sucesor de Pedro. Es posible hablar del “estilo conciliar” de Wojtyła: lo que la Iglesia ha enseñado sobre la gloria de Dios en el Vaticano II y sobre el modo en el que dicha gloria debe acontecer en la vida de los fieles de nuestro tiempo encuentra en Wojtyła una concreta e iluminadora expresión histórica.