Abstract
It is usual to read Freud as a critic of Enlightenment, specialy of the kantian way of thinking moral autonomy. However, all Freud did was discover in human nature a great difficulty that enlightenes philosophy just cannot ignore. This difficulty, which directly affects conceptions about the age of majority, refers to certain heteronomy mechanisms which main characteristic is the skill to supplant the voice of moral autonomy: exactly the same as moral law in Kant, super-ego -once internalized during childhood and once culture imperatives have been assumed as one's own - orders without promising anythig or threatening anything . So, the political project of enthroning reason as the top authorithy depends on the existence of a republican organization that guarantees a pedagogical program for which "age of majoriry" does not mean any more naming "ego" to ancient customs internalized but the capacity of being ruled by one's own reason .Es frecuente buscar en Freud a un crítico de la Ilustración y, en particular, del modo de pensar la moral heredero del planteamiento kantiano. Sin embargo, Freud se limita a descubrir en la naturaleza humana un importante obstáculo del que el proyecto ilustrado no se podrá ya desentender. Este obstáculo, que afecta de un modo decisivo al modo como entender el paso a la mayoría de edad, remite a la existencia de un determinado reino de la heteronomía cuyo rasgo más característico es su capacidad para suplantar la voz de la autonomía moral: al igual que la ley moral en Kant, el superyó -una vez ha interiorizado en la infancia y asumido como propios determinados contenidos de cultura - también ordena poderosamente sin prometer nada ni amenazar con nada . En estas condiciones, el proyecto de investir a la razón como autoridad suprema depende de la existencia de una organización republicana que garantice un programa pedagógico para el que "mayoría de edad" no signifique llamar "yo" a la cristalización interior de las costumbres de los ancestros sino a la capacidad efectiva de guiarse por la propia razón