Abstract

La evangelización es el resultado de la unión entre la libertad de expresión y la libertad religiosa. Al buscar convencer sobre la veracidad de sus creencias, puede constituir discursos de odio religioso, fomentar la intolerancia, la hostilidad y la discriminación contra minorías históricas y socialmente estigmatizadas. Algunas obras publicadas por líderes católicos y evangélicos fueron objeto de juicios, acusadas de promover el odio religioso mediante la demonización de los Candomblés, de las Umbandas y del Espiritismo. Las mismas surgen de los imaginarios para concretizarse luego en violencias físicas y morales. Las crecientes prácticas de intolerancia religiosa desafían la laicicidad del Estado, y es en este marco que nos cuestionamos, respecto de las religiones afro-brasileñas: cuáles son los argumentos constitucionales presentados por el Supremo Tribunal Federal para no reconocer ni responsabilizar el discurso evangelizador de los cristianos que se manifiesta como discurso de odio; por qué los criterios constitucionalmente reconocidos para caracterizar el discurso de odio racial no fueron aplicados de manera coherente e íntegra en el juicio sobre evangelización y discurso de odio religioso; bajo qué argumentos el discurso de odio contra las religiones de matrices africanas puede ser considerado racismo religioso; qué otras dimensiones presenta el racismo religioso en la sociedad brasileña; cómo se manifiesta el racismo religioso en tanto apropiación cultural y racismo ambiental.