Abstract
De las muchas virtudes que caben reconocerse en el pensamiento de Cornelius Castoriadis nunca podrá eludirse el valor de su singular aproximación a lo que vino en denominarse “la experiencia griega”. En este artículo trataremos de acompañar su original lectura de la Grecia antigua, retomando la pertinencia y la exactitud con la que Castoriadis se sirvió de la pólis griega para justificar algunos matices velados de nuestras intuiciones políticas. En nuestra exposición trataremos de alinearnos con su original perspectiva, sirviéndonos esencialmente del uso y la recuperación del ápeiron y sus distintas interpretaciones, en Anaximandro, en Aristóteles y, naturalmente, en el propio pensamiento de Cornelius Castoriadis. La conclusión de nuestro planteamiento -y quizá este gesto no sea más que un homenaje velado- aspirará a disentir de alguna de sus propuestas sin por ello dejar de reconocer la originalidad, la valentía y la vigencia de su aportación como lector de la experiencia griega.