Abstract
Este artículo explora las implicaciones para la academia y la política de lo que llamamos apegos a la inocencia. Luego de rastrear las formas en que la inocencia aparece en diferentes corrientes del pensamiento contemporáneo, nos concentramos en cómo ella protege a individuos y grupos de confrontar nuestra profunda participación en la opresión. Esta evasión de la responsabilidad funciona, en nuestra perspectiva, como un obstáculo para comprender el poder e interactuar éticamente. El artículo también examina cómo las dimensiones reduccionistas y autoritarias de la inocencia se fusionan con la apropiación neoliberal de la política progresista en la academia y el activismo. Nos interesan los modos en que académicos y activistas son recompensados por cultivar un yo-inocente a través de intervenciones discursivas y materiales que mantienen intocadas las relaciones de poder. No son las recompensas meramente monetarias o de estatus las que perpetúan esto, sino la crisis que produce nuestra implicación personal y colectiva en la violencia que supuestamente rechazamos. Trabajando con y a través del carácter móvil de la agencia, el poder, el abuso y la justicia, exploramos qué está en juego a la hora de poder, o no, superar los apegos a la inocencia. Hacemos esto con la esperanza de delinear otro tipo de encuentro: uno que procede del reconocimiento de que la inocencia no es una condición para nuestra participación en la vida política.