Abstract
Este artículo tiene como objeto elucidar las relaciones entre religión, mercado y democracia, que finalmente han fraguado en una “democracia de mercado”, concepto que viene a identificar la estructura y funcionamiento del mercado en general con el particular mercado político de la democracia. Para demostrar esta identificación se parte del proceso de transición de la sociedad feudal a la sociedad burguesa, situando como causa determinante el agotamiento del modo de producción feudal, especialmente debido al encarecimiento del coste de la servidumbre, hecho de tan grave trascendencia que obligaba a la necesidad de plantear la sociedad bajo una nueva visión: la del principio autorregulador del mercado o mano invisible, que luego de provocar la independencia de la sociedad civil del Estado, a través del propio mecanismo de mercado iría absorbiendo los valores religiosos, culturales, éticos y políticos para transformarlos en valores de idéntico nombre pero con diferente significado; acorde con el mecanismo cambiario de precios y “productos”, donde los individuos adquieren la identidad que les confiere el mercado y orientan sus conductas siguiendo los principios de racionalidad, libertad e igualdad, que dejan de ser políticos para convertirse en principios económicos de la democracia.