Abstract
Se interpreta el pensamiento hermenéutico del filósofo aragonés Andrés Ortiz-Osés como una filosofía relacional. Por destacar el carácter mediador de la realidad, en tanto construcción de sentido gracias al lenguaje y la experiencia interhumana. Se comprende, además, las características de esta reflexión ontológica, muy apegada a las consecuencias de la crisis de la metafísica tradicional y al impulso de la filosofía hermenéutica. En atención a esto, el pensamiento ortizosesiano intenta superar los dualismos y monismos heredados, para anteponer la relación entre ser humano, mundo y lenguaje. El objetivo: una tercera vía ontológica llamada implicacionismo o relacionismo.