Abstract
En general, todas las emociones comparten ciertas características que les son inherentes: tienen conductas asociadas y tienen objetos intencionales; además, en las emociones recalcitrantes el sujeto hace un juicio sobre el objeto intencional que entra en conflicto con la emoción. Un caso típico es el miedo a volar: una persona se rehúsa a volar en avión, pero juzga que no hay nada que implique peligro en esa acción. Dado que las conductas que involucra la emoción son acciones intencionales del sujeto que tienen un objetivo contrario a su juicio, se propone que dichas emociones son irracionales.