Abstract
Este trabajo discute si hoy todavía es posible admitir que hay principios a priori que no pueden ser abandonados por la física. La historia indica que ciertas “imposibilidades” filosóficas (como el movimiento, el vacuo y la acción directa a distancia) fueron sucesivamente abandonadas por la física. En el siglo XX, la mecánica cuántica rechazó al determinismo y al principio de simetría. La opinión más común entre los científicos es la de que cuando hay un conflicto entre física y filosofía hay que despreciar a los principios a priori. Sin embargo, hay todavía casos en los cuales es posible negar la posibilidad de determinados objetos físicos que entran en conflicto con nuestros conceptos espaciales. El autor defiende que existen principios a priori válidos en la física, y que su abandono es una deficiencia de determinadas teorías físicas modernas. Tal postura no tiene por consecuencia la negación de tales teorías, pero impone la tarea de complementarlas o interpretarlas de un novo modo para que sean compatibles con los principios filosóficos.