Abstract
También el dolor se dice de múltiples modos, se presenta de maneras muy diversas, adopta aspectos heterogéneos. Tantos que parece imposible su reducción a un único tipo básico o su dependencia genérica respecto de una forma fundamental que el pensamiento pudiera aprehender con ayuda de un solo concepto abarcador. Pero, por otra parte, en esta multiplicidad, en su dispersión prolífica, los muchos tipos de dolores tampoco llegan a fracturar una poderosa unidad de sentido, una inmediata afinidad interna entre ellos, que reaviva el interés del pensamiento por habérselas con el dolor