Abstract
En los primeros trabajos de Ortega sobre estética, y más particularmente en los que se ocupa de Zuloaga, se reconoce el influjo del neokantismo, pero también la inci-piente presencia de la fenomenología. El propósito de este trabajo se poner en claro ambos elementos, al tiempo que se esbozan las claves de la estética orteguiana de la pintura en esta época como “pintura del mundo”, que logra salvar las cosas sirviéndose de dos recursos: 1º de un tema circunstancial, y 2º de una técnica impresionista que pinta el “ambiente