Abstract
A partir de la amenaza a la presencia de la Filosofía en la Enseñanza Media, y de su situación cada vez más marginal en la enseñanza universitaria, este artículo plantea una discusión sobre la utilidad o inutilidad de la filosofía, su relación con la democracia y su carácter específico en el conjunto del saber. La discusión se extiende a la relación de la filosofía con la sociedad, y a su lugar en la enseñanza superior, con una consideración especial sobre el caso español. Los resultados que se proponen son: 1) aunque carezca de utilidad inmediata, la filosofía acompaña el florecimiento social, y cumple en él tanto una función crítica como integradora. 2) En el caso español, hay que constatar un fracaso y un encapsulamiento de la filosofía que no puede ignorarse en las reflexiones y reclamaciones de los filósofos españoles sobre su situación. 3) La concepción de la universidad con criterios mercantiles que se trata de imponer es contradictoria en sí misma. Va a seguir habiendo una institución de educación superior destinada a la creación de conocimiento y al aseguramiento de la hegemonía social. La pregunta no es si la filosofía tendrá lugar allí, sino cómo se practicará en él. Dejando la cuestión abierta, se hacen algunas propuestas finales