Abstract
Este artículo examina la propaganda establecida por Aḥmad al-Manṣūr al-Ḏahabī tanto en su correspondencia, como a través del ceremonial de la corte y de los cronistas, apologistas oficiales del sultán, propaganda que sacraliza extraordinariamente su figura y que roza en todo momento la pretensión mahdista, unida a la pretensión califal. Esta propaganda se realiza en el contexto de rivalidad con los Otomanos y en torno a la conquista del Sudán, conquista profundamente contestada por los ulemas marroquíes. La conclusión del artículo es que la sacralización del poder islámico es siempre efímera y coyuntural y sólo puede hacerse a través de la figura del mahdī, una figura rupturista y a la que generalmente recurren los rebeldes al poder establecido: el recurso a esta figura por parte de un sultán es necesaria en un momento en el que los ulemas no consideran legítimo un poder o unas acciones emprendidas por tal poder.