Abstract
A partir del aforismo de Nietzsche, según el cual “el signo de la libertad lograda es no avergonzarse ya ante uno mismo”, se propone enfocar la vergüenza no sólo desde el plano psicológico, sino también del moral; pero antes el autor exige un análisis fenomenológico y ontológico de la vergüenza. Valorando en sus justos términos algunas exposiciones modernas, como las de Straus, Scheler y Bollnow, expone lo que él llama “vergüenza trascendental”, fundamento de todo ulterior examen psicológico o moral de la vergüenza.