Abstract
El viaje espiritual al «espacio verde» es un recorrido por el significado simbólico del color verde, el color litúrgico y espiritual del Islam, tomando como punto de partida la obra de dos artistas iraníes contemporáneos: Suhrâb Sepehrî y Shirin Neshat. Desde las antiguas religiones del Oriente Próximo hasta el Islam, el verde es el color del firmamento espiritual, el de los vergeles del Paraíso, la tierra del más allá. El jardín verdeante que alcanza el alma difunta (dên) en el mazdeísmo, el verdor de la tierra de Xvarnah en el zoroastrismo, o el ascenso del alma (gryw) al Paraíso de Luz en el maniqueísmo, son ideas que retoman los grandes poetas persas (Nizâmî, Rûmî, Hâfiz) para hablar de la resurrección y de la entrada en el mundo del alma. En el sufismo la luz verde tipifica la cumbre del crecimiento espiritual, el jardín eterno (al-Kubrà, al-Simnânî); es el «Mar Verde» que constituye el indicio del resplandor de la vida eterna (Ibn al-‘Arabî); es el color de la perfección absoluta (‘Irâqî) y de la resurrección (al-Tirmidhî), el color del prado donde brota la Fuente de la Vida eterna (Suhrawardî, Ibn al-‘Arabî, Rûmî), etc. Es, en definitiva, lo que Nizâmî llama «el precioso jardín esmeralda», Rûmî el verdadero «vergel» y Hâfiz el «jardín de la visión»