Abstract
La instauración de un vínculo entre historia y poder es uno de los aspectos más interesantes del pensamiento político de la filósofa francesa Simone Weil. Durante la primera mitad del siglo XX, Weil desarrolla unas reflexiones en torno al concepto de historia, desde la perspectiva de los vencidos, que aproximan su especulación a la de su contemporáneo Walter Benjamin. La comparación con Benjamin permite acercar el pensamiento weiliano a las recientes teorías de la justicia anamnética y, más en general, a la exigencia actual de incorporar en el discurso político el punto de vista de las víctimas.