Abstract
En las últimas décadas, un grupo de científicos y teólogos ha abierto camino a la renovación de la Teología de la Creación. En este artículo se defiende la necesidad de introducir modelos teológicos que resistan el diálogo con la ciencia y se apuntan algunas líneas de trabajo abiertas por dichos autores; la causalidad descendente como modelo de acción creadora continua, la posibilidad o no de acciones particulares de Dios, la relación de Dios con la creación a través del tiempo. Encontramos en estos campos un ejemplo de cómo desarrollar el futuro de la Teología de la Creación, constituyendo en sí mismos campos de estudio que necesitan mayor profundidad.