Abstract
El tratamiento heideggeriano del problema de la vida es uno de los másenigmáticos y controversiales puntos de su obra. Mucho se ha cuestionadoel hecho de que Heidegger disocie, en particular a partir de la analíticaexistenciaria del Dasein, a éste del ámbito de lo viviente. Contra dichaslecturas, me propongo aquí mostrar que el problema de la vida es centralen la obra temprana de Heidegger y que sólo a partir de una adecuadaelucidación de su abordaje se hace comprensible no sólo el recorrido quelleva a Ser y Tiempo sino también una serie de tesis centrales de esta obra,en particular aquella referida precisamente a al consideración del Daseincomo un ente privilegiado. Sostendré que es precisamente porque el Daseinmuestra de un modo eminente la movilidad propia de la vida - y no porque,como suele creerse, se distancia radicalmente de lo vital - que es posibledistinguirlo metodológicamente del resto de lo viviente.